¿Te sacrificas para que él te quiera más?
Por Maria Marín
No es raro que una amiga repentinamente nos ignore y esté muy ocupada para responder nuestras llamadas porque apareció un nuevo galán en su vida. Tampoco es inusual ver a una mujer renunciar a su pasatiempo favorito para adoptar las diversiones de su queridito. Conozco a una que olvidó sus sesiones de yoga para volverse fanática arrebatada de los Lakers, la adoración de su novio. Y también es común que una mujer desista de perseguir una carrera para que su pareja pueda avanzar en la suya.
¿Por qué estamos tan dispuestas a sacrificarnos por los hombres? En nuestra cultura, las mujeres crecemos con la mentalidad que el segundo lugar es el que nos corresponde. Hemos visto a nuestras madres, abuelas y tías sacrificar sus metas para apoyar a sus maridos.
Mi experiencia en el campo de la superación personal femenina me ha permitido darme cuenta que uno de los errores más grandes que cometemos las mujeres en las relaciones amorosas es que sacrificamos nuestros intereses, sueños y hasta amistades por la pareja.
Este tipo de sacrificio no es calculado, renunciamos a cosas que nos definen como personas y que queremos hacer porque pensamos que así nos querrán más y seremos más deseables. Pero lo cierto es que cuando te sacrificas para que otro te quiera más, terminas queriéndote menos a ti misma y pierdes tu esencia como mujer.
No estoy diciendo que sacrificarse por otros está mal, es una acción muy noble y admirable y hay situaciones que lo piden. Pero renunciar a las cosas que te apasionan en la vida es un precio muy alto a pagar. Medita en todas las ocasiones que te has sacrificado por amor y pregúntate qué obtuviste a cambio. Si te incomoda pensar en esto o te provoca resentimiento, es porque seguramente la persona por la cual sacrificaste tanto no te correspondió como esperabas. Esta reflexión puede ser dura pero te motivará a darte valor de una vez y por todas.
Si eres una de esas mujeres que has puesto todo antes que a ti misma, es hora de rescatarte. Nunca es tarde para hacer el compromiso de seguir tus deseos y aspiraciones. Mientras más satisfecha estés contigo misma, menos dispuesta estarás a dejar que otra persona manipule tu vida. Haz lo que realmente te gusta, ¡esa la única manera de ser feliz!
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