En una sociedad como en la que vivimos hoy, mantener buenas relaciones interpersonales resulta ser muy trabajoso. Y es que , entre los quehaceres del hogar, el trabajo, las diligencias, la familia y todos los retos que nos trae un nuevo día, hace que nos separemos más y más de nuestros seres queridos.
Las personas con las que más tiempo pasamos, son las que más lejos se pueden encontrar de nuestro alcance por lo ocupados que estamos. Por eso, no te debe sorprender que, viviendo bajo el mismo techo de tu pareja, la relación comience a sufrir percances debido al distanciamiento.
Según el psicólogo Jaime Lahongrais, puede haber tres factores que provoquen este tipo de distanciamiento:
- Existe un factor biológico, refiriéndose a los cambios físicos y hormonales por los que pasan tanto el hombre como la mujer a la medida que van avanzando en edad. En la mujer, estos cambios pueden estar dictados por la menopausia, mientras que en el caso del hombre, por la andropausia, que es un fenómeno similar a la menopausia femenina. Estos cambios, además pueden afectar, como estar afectados, por la sexualidad.
- Otro aspecto que influye en el distanciamiento de la pareja puede ser el social, que puede estar determinado por muchos asuntos que individualmente se enfrentan día a día. Las diferencias con familiares y particulares, los problemas económicos y la tasa de desempleo que está aumentando en muchas regiones, son problemas que afectan a cada persona como individuo. Esto puede causar una frustración, que si no se sabe manejar individualmente, puede que afecte la relación con la pareja y con las demás personas que forman parte del hogar.
- La tercera posible causa es natural, emociones que puede sentir cualquier ser humano al llegar a cierta etapa de su vida. Por ejemplo, al llegar a los 45 o 50 años de edad, se da lo que se conoce como la crisis de la media edad, donde cada individuo, de una manera u otra, comienza a cuestionar su vida (qué cosas pudieron hacer pero no hicieron, qué otras dejaron de hacer, etc.). Además, ésta es la edad donde usualmente los hijos se van de la casa, que es un gran cambio, y se conoce como el efecto del nido vacío. Esto puede ser un cambio tanto positivo como negativo para la pareja.
«Es una combinación de los tres factores. Nunca se le puede atribuir la separación a una sola causa, no se puede limitar a esto en especial cuando se trata sobre los asuntos de una persona, porque las personas son complicadas», explica Lahongrais.
Según este experto, lo más importante es recibir un proceso individual terapéutico, psicológico o psiquiátrico, de ser necesario.
Para comenzar lo ideal sería que la pareja trabajase los problemas entre ellos mismos, y si resulta difícil, entonces deben recurrir a una terapia profesional de pareja.
«Si se deja pasar mucho tiempo, puede que se pierda la posibilidad de resolver el problema», finaliza Lahongrais.
Tips para evitar el distanciamiento y salir de la rutina:
- Busca actividades que puedan realizar en común (buscar aficiones por deportes, artes, o cocina y crear distracciones). Los retiros espirituales para parejas también resultan muy efectivos.
- Compartan mediante el dialogo las experiencias individuales.
- Termina con los malentendidos, los silencios acusatorios y las suposiciones que generan desconfianza y distanciamiento que debilitan la relación. Una pregunta, un comentario a tiempo que refleje el grado de disconformidad, evita que se dé todo por dicho y hecho.
- La sorpresa es un factor determinante para terminar con la rutina. El hecho de organizar una escapada de fin de semana o una cena romántica, sin que el otro lo espere, hace que la relación sea más apasionante.
Por Rita C. Ramírez Doval