Por María Marín
No es secreto que los mayores retos que enfrenta una pareja son las tres A: Abuso, Adicción y Amantes. Mientras que estas situaciones son las más dolorosas de batallar en el amor, desafortunadamente otra razón trascendental que rompe muchas relaciones es la gran F de FINANZAS.
Usualmente las parejas encuentran suficientes motivos para discutir por dinero. Con la crisis económica actual, ¡me imagino cómo se multiplicarán estas peleas! Los abogados sí harán dinero en estos tiempos con el torrencial de divorcios que surgirán. No permitas que las presiones financieras ocasionen discordia y distanciamiento en tu relación.
Si la recesión te impacta de manera directa, ya sea con un despido, pérdida de una propiedad o el declive de tu plan de retiro, tienes que sentarte con tu pareja a plantear el problema y buscar soluciones.
La frustración de vivir una situación económica apretada, hace a muchos encerrarse en sí mismos albergando ira, mientras que otros comunican su descontento con golpes bajos, como: Si no te hubieras encaprichado con ese equipo de música tan sofisticado, tendríamos para pagar la hipoteca de este mes, a lo que el otro responde: Y si vendiéramos tu colección de zapatos en eBay saldaríamos la hipoteca completa.
Estas puyitas hirientes crean resentimiento, matan el deseo a la intimidad y nos dejan comopingüinos en la cama. Una comunicación abierta y honesta sobre el problema monetario trae entendimiento y por lo tanto acercamiento.
Para mejorar el dialogo en tu hogar y a la vez economizar, intensifica tu vida sexual. El sexo es más barato que salir al cine, alivia el estrés mejor que una visita al spa y satisface más que ir de parranda. Hacer el amor es la forma de comunicación más profunda. Sustituye el problema de la F de finanzas, por el deleite de la S de ¡sexo!
Cómo mantenerse unidos en tiempos difíciles:
1) Desconéctate de las malas noticias. Apaga el televisor, suelta el periódico y lee un buen libro. Los boletines de la inestabilidad del mercado causan ansiedad y restringen la libido.
2) Involúcrate con tu pareja en actividades divertidas que no cuestan nada. Puedes ir a la playa, correr patines, montar en bicicleta, ir de excursión, y por supuesto visita a tus amigos.
3) Ambos lleven cuenta detallada de los gastos. Diariamente apunten en una libretita todas las compras, incluyendo hasta el café que recoges antes de llegar al trabajo. Así realizarán cómo la suma de muchos centavos, puede afectar el bolsillo.
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