¿Alguna vez te has atrevido a decir “!voy a ser millonario!”?
Quienes lo dicen con convicción ¡lo logran! Seamos sinceros, todos quisiéramos tener dinero en abundancia, bien sea para satisfacción personal, para obtener poder o para hacer una diferencia en el mundo.
Sin embargo, hay algunos que no les da miedo ser millonarios porque creen en lo que escucharon: “el dinero es la raíz de todos los pecados”, “los ricos son avaros”, “es imposible ser millonario y espiritual a la vez”, “el dinero no compra la felicidad”, “los ricos no van al cielo”. Lamentablemente quienes piensan nunca lograr acumular fortuna en sus vidas.
El escritor norteamericano T. Harv Eker en su libro Secretos de una Mente Millonaria, explica que cada individuo tiene un termostato invisible en su mente que controla su temperatura con relación al dinero que posee.
Así como un termostato se puede ajustar en el invierno para que la temperatura de una casa se mantenga en 75 grados sin importar cuánta nieve caiga, de la misma forma fijas el termostato de dinero en tu mente. Si aspiras a ganar $7 dólares la hora, has regulado tu termostato con esa cantidad y no vas a ganar más. Si deseas tener ahorrado pardolares, a tu retiro $50,000 dólares, aunque te caigan millones del cielo, de alguna forma los gastarás para mantener esa temperatura monetaria que habías fijado.
Por eso, los estudios demuestran que no importa cuántos millones ganen los jugadores de lotería, la mayoría regresan a su estado original de pobreza. Así mismo ocurre con aquellos que construyen fortunas por ellos mismos, cuando las pierden, las vuelven a recuperar y regresan a su estado original de riqueza ya que su termostato estaba regulado en esa temperatura millonaria.
Las personas que acumulan fortunas tienen una forma de pensar completamente opuesta a aquellos que carecen de abundancia monetaria. Las diferencias más obvias son que los millonarios se enfocan en las oportunidades y no en los obstáculos, admiran a otros que son ricos y no resienten a las personas exitosas. Se rodean de gente con vibra positiva y evitan a los negativos. Ellos quieren que se les pague de acuerdo a los resultados y no al número de horas trabajadas. Además actúan aún cuando tienen miedo y no dejan que el temor los paralice. Y lo más importante es que sus pensamientos están enfocados hacia la abundancia.
En conclusión, ser millonario es simple: ¡ajusta tu termostato mental a una temperatura millonaria y la riqueza llegará!