Por María Marín
Me encontré con un gran amigo quien, al igual que yo, está en la radio. Me comentó que comenzó a trabajar en un programa en el cual se siente incómodo porque se burlan de los oyentes, abunda el vocabulario de doble sentido, sacan a relucir chismes que dañan la reputación de los artistas y, por supuesto, en punto de la hora revelan las noticias más trágicas y deprimentes del momento.
Cuando me acabó de contar su decepción, le dije para consolarlo: “ya tú sabes que a la mayoría de la gente le gusta el morbo y oír malas noticias”. Rápidamente refutó alterado, “no es cierto, a la gente no le gusta oír malas noticias, lo que pasa es que se ha acostumbrado a oírlas, somos criaturas de costumbre”.
Wow, esto me tuvo pensando por varios días. Lo cierto es que los medios fomentan lo trágico y desastroso y hemos adquirido un gusto por lo oscuro y lo negativo. Por ejemplo, cuando anuncian un alerta sobre un niño perdido es el tema del día de las cadenas noticiosas. Cada 15 minutos hay un reporte de progreso. Se contactan expertos en secuestros que echan luz sobre todo posible escenario macabro y vemos entrevistas de la familia desesperada y desconsolada. Pero cuando el niño aparece vivo y sin daño alguno, es el final de la historia y nadie le interesa oír más del caso.
La razón por la que hay tantas calamidades en el mundo es porque el enfoque global es en lo negativo, lo que sigue atrayendo y provocando más circunstancias malas. Es hora de transformar esta tendencia que hemos adoptado.
¿Cómo podemos cambiar esta mentalidad colectiva de fatalismo a una de positivismo? ¡Tú puedes hacerlo! Quizás dirás: ¿cambiar el mundo?, por favor, eso es para el presidente, el Papa, Dalai Lama o Bill Gates. Yo soy una persona más’. Pero recuerda las palabras de Mahatma Gandhi: «Tú mismo debes ser el cambio que tú quisieras ver en el mundo».
Todos podemos hacer una diferencia. Sólo tenemos que comenzar. Pon tu granito de arena para mejorar el mundo. Cada acción que tomas tiene una reacción en cadena que afecta la humanidad. Puedes hacerlo con actos sencillos. Evita hablar de cosas nocivas. No promuevas el chisme. Si no tienes algo bueno que decir de alguien, mejor no digas nada.
32183058 – young woman in blue dress with lanternCede el paso a otro auto en la intersección. Ofrécele ayuda a alguien en necesidad. Haz trabajo voluntario, recicla, dile a tus amigos y familiares: “te quiero”, ¡y a los desconocidos regálale una sonrisa!