Hay mujeres que piensan que conseguir un buen partido es misión imposible. Pero la realidad es que conquistar a un hombre es simple y está al alcance de cualquier mujer. Es decir, lograr que ponga sus ojos en ti es fácil, y muchas veces sin ningún esfuerzo lo “embobas”. Pero el gran reto es mantenerlo enamorado.
Cuántas veces te ha pasado que empiezas a salir con un muchacho que parece estar súper entusiasmado contigo, pero repentinamente el hombre pierde el interés y se desaparece. “¿Cómo es posible que me haya dejado, si todo iba tan bien?”, te preguntas desconcertada.
Detrás de cualquier fracaso amoroso existe siempre una explicación. Si te pones a indagar profundamente cuál fue el fallo, te garantizo que en muchos casos, la mujer cometió el error de dar demasiado. En otras palabras se desvivió por él; cambió sus planes para estar disponible cada vez que la llamaba, modificó su comportamiento con tal de no enojarlo, resolvía cualquier problema que él tuviera, y hasta dejó de hacer ejercicios con tal de pasar más tiempo con ese hombre. ¡Qué horror!
El hombre es cazador por naturaleza y no puedes intentar capturarlo. El primer deporte que practicó en la Tierra para poder alimentarse fue correr detrás de una presa. Desde entonces, relacionó la cacería con el placer de obtener lo que quería. Si realmente quieres interesarlo, tienes que dejar que él te busque.
Un individuo valora a una mujer cuando tiene que esforzarse para conquistarla. Cuando un hombre sabe que te tiene a sus pies, la emoción se acaba y el interés por ti disminuye porque sabe que no te vas a ir con otro.
Es por eso que un caballero nunca debe sentir que te conquistó al 100 por ciento, siempre debe tener la inseguridad de que si se porta mal, lo vas a dejar. Una vez reconoce que no tienes miedo a estar sola y que puedes continuar tu vida sin él, siente un gran respeto y admiración por ti. La cualidad que provoca más interés en ellos es saber que una mujer tiene sus propias metas y que su felicidad no depende de nadie.