Por María Marín
Entrevisté en mi programa de radio a una mujer admirable. Desde los siete años de edad ella esperaba alcanzar metas grandiosas: «quiero ser científica, encontrar la cura para el cáncer y ganar el premio Nobel de la Paz».
Hoy día esta niñita es la doctora Jenny Romero, oncóloga quien diariamente le gana la batalla al cáncer a través de muchos pacientes. Sus aspiraciones descabelladas fueron precisamente las que la llevaron a triunfar. El caso de esta mujer es una de las muchas historias que prueban que existe un paralelismo entre lo que una persona espera en la vida, y lo que llega a obtener.
Quien tiene expectativas altas, alcanza mejores resultados que quien tiene expectativas bajas. Aquel que espera poco, obtiene poco, y el que espera mucho, obtiene mucho. Este principio aplica tanto en los negocios como en el amor.
Por ejemplo, si tus aspiraciones en la vida son de tener una profesión, o tu propio negocio y ganar mucho dinero, seguramente vas a llegar mucho más lejos que alguien que está esperando encontrar un empleo que le ayude a cubrir sus gastos.
De igual manera sucede en el amor. Es decir, una dama con expectativas grandiosas de encontrar a un hombre elegante, educado, trabajador, sin vicios, romántico, espléndido, responsable, fiel y sobre todo, ¡buen amante!, seguramente acabará con un mejor partido que aquella que dice: «yo espero poder conseguir un hombre que no sea borrachón y no esté casado».
No tengas miedo a soñar con metas exuberantes. Tus resultados en la vida irán en proporción directa a tu nivel de expectativas. La razón por la cual muchos no alcanzan más éxitos es porque no se atreven a aspirar a más. Desde hoy eleva tus expectativas y aplica mi regla dorada del triunfo: «¡Espera Más y Obtendrás Más!».
Acciones que debes tomar:
1. Adopta la filosofía: «yo merezco lo mejor». Repite estas palabras muchas veces durante el día. Poco a poco se grabarán en tu mente y corazón, y tus expectativas en la vida aumentarán.
2. Atrévete a pedir más de lo que crees que puedes conseguir; ya sea un mejor salario, un mayor descuento, un mejor puesto o una mejor pareja. Quienes piden más, logran más.
3. Haz una lista de todas tus aspiraciones, incluyendo las que parezcan inalcanzables. No existen sueños locos, todo es posible. Recuerda, si quieres alcanzar la luna, ¡apunta hacia las estrellas.