Abril 22: Día del Planeta Tierra

12042509_sFui a visitar a una prima en California y me llamó mucho la atención, la gigantesca bolsa de basura que sacaba de su cocina todas las noches. Al tercer día, no aguanté la curiosidad y le tuve que preguntar si alguna vez reciclaba. «María: ¿Crees que tengo tiempo para estar separando plástico, vidrio y papel? Tengo cuatro hijos, un marido y dos perros que atender», dijo mi prima después de soltar una carcajada; aunque reconoció que debería reciclar más a menudo.

De inmediato, le contesté que admiraba mucho la titánica labor  que llevaba a cabo con su familia, pero que por amor a esos hijos también había que cuidar el medio ambiente y demostrarles orgullo por el planeta Tierra. Entonces, comenzamos a recordar el documental con el cual Al Gore, ex vice presidente de Estados Unidos, revolucionó la conciencia ecológica de Hollywood y del mundo entero, resultado de su preocupación por el calentamiento de nuestro planeta que silenciosamente pide auxilio. Su documental titulado «An Unconvinient Truth» (Una verdad inconveniente) me produjo una inmensa preocupación al enterarme del daño que le estamos causando a nuestra madre tierra y lo irresponsable que somos con las generaciones venideras. Aprendí que una de las partes más vulnerables del planeta es su atmósfera, que actúa como una sombrilla que nos protege del exceso de sol. Y la contaminación, causada por los gases tóxicos, contribuye enormemente a que los rayos del sol traspasen la atmósfera causando que la temperatura suba. El agua del océano también se calienta y la velocidad del viento aumenta ¿entonces qué pasa? Se están derritiendo los glaciares y el nivel del mar se ha elevado, causando grandes olas y terribles huracanes. Si no tomamos las medidas necesarias para controlar el calentamiento global, está científicamente comprobado que en pocos años, ciudades como Nueva York y San Francisco van a quedar sumergidas bajo el agua ¿No se te eriza la piel?

La solución esta en nuestras manos ¿Sabes cómo? Comienza con algo tan sencillo como apagar las luces que no necesitas en tu casa. Y si vas a la tiendita de la esquina usa las piernas y no tu carro porque cada vez que prendes el motor de un auto estas contribuyendo a la polución, motiva a tus hijos a ir en bicicleta a la escuela. Cada pequeña acción que tú hagas hace una enorme diferencia para transformar las consecuencias del daño que hemos causado. Supón que tus niños necesitan una vivienda donde refugiarse y el techo de tu casa esta muy frágil porque has abusado de su capacidad. Te pregunto: ¿Actuarías irresponsablemente sin importarte las consecuencias? ¡Claro que no! Entonces respeta y cuida al planeta tierra, porque es el hogar donde está tu hogar. Cómo le dije a mi prima, «además de sentirte orgullosa de la educación y valores que le enseñas a tus hijos, siéntete orgullosa de que ellos vean en ti amor por el planeta  Tierra y cómo te preocupas en conservarlo. Tu ejemplo pasará de generación en generación».

Por dónde comenzar y sentirte orgullosa de aportar tu «granito de arena» al planeta Tierra:

1. Ahorra agua; cierra el grifo mientras te cepillas los dientes o enjabonas los platos, toma duchas más cortas y lava la mayor cantidad de ropa que puedas en cada ciclo.

2. Recicla; ve acumulando por separado el vidrio, plástico y papel. La mayoría de las ciudades en Estados Unidos cuentan con un programa para recoger en tu casa los artículos reciclados. ¡Infórmate! Y cuando realices limpiezas profundas en casa, no botes lo que ya no quieras en tu clóset, mejor dónalo al Ejército de Salvación o cualquier otra organización que regale artículos en buen estado a personas pobres.

3. Compra productos que de una manera u otra estén comprometidos con salvar el planeta Tierra; por ejemplo, que el producto haya sido empacado en un envase reciclado.

4. De ahora en adelante, adquiere solamente baterías o pilas recargables. Nunca eches a la basura las pilas usadas.

5. Usa bombillas de bajo consumo, son un poco más costosas que las normales, pero duran más y consumen solamente la quinta parte de energía (de una normal), ¡ahorrarás dinero y energía!

 

 
Por María Marín