¿Cuál es la diferencia entre esas mujeres que se quejan de no tener suerte en el amor y aquellas suertudas que «enloquecen» a los hombres de tal manera que los tienen «comiendo de la mano»?
La diferencia no radica en el look, inteligencia, profesión o nivel social, mas bien en la importancia que se dan como mujer. Irónicamente, las que se sobran y se desviven por cuidarlos, atenderlos y mimarlos son precisamente las que dejan plantadas y olvidadas. Mientras que aquellas que no se preocupan mucho por complacerlos, son las que tratan como a una reina. Si quieres ser parte del grupo de las mujeres que tienen a los hombres a sus pies, tienes que dejar de compórtate como una complaciente crónica y empezar a actuar como Tuta la Astuta.
Tuta no se apresura en dar atenciones. Ella da poquito y despacito. Además espera el tiempo que sea necesario para comprobar que su pretendiente tiene un interés genuino en ella, lo cual le da luz verde para comenzar a consentirlo. Tuta sabe que no puede estar accesible todo el tiempo, pues lo que más disfruta un hombre es cazar a una mujer que parece ser difícil.
Por ejemplo, la primera vez Tuta invita a su novio a la casa, no se desvive por hacer una gran cena, sino que compra comida afuera u ordena pizza. Ella sabe que no tiene que impresionar a nadie para que la quieran. Por otro lado, una complaciente crónica deja sus usuales planes sabatinos para meterse a la cocina todo el día y prepararle una cena cinco estrellas que vio en el Food Channel.
Si sufres de ser complaciente crónica con los hombres, te aconsejo que resistas ese deseo de querer satisfacerlos por todos los medios para ganar su corazón. En las relaciones amorosas no des tanto y tan apresuradamente. Cuando un enamorado presiente que te tiene a sus pies, se le va el interés en conquistarte. Deja que sea él quien se muera por complacerte. Después de todo y por naturaleza el hombre disfruta hacer cosas por ti. Esto los hace sentir importante y eleva su ego.
Ojo, no estoy diciendo que el secreto para conquistar a un hombre es ser fría, indiferente o creída, mas bien el secreto radica en el valor que te des como mujer. Cuando un hombre percibe que una mujer respeta su tiempo y no cancela sus planes por otros se le hace más atractiva. De ahora en adelante, para ser más interesante, en tu lista de prioridades, siempre sé la número uno.