Imagínate que estás en un bote en alta mar. Saltas al agua y te hundes profundamente. Cuando empiezas a nadar hacia arriba crees que te vas a asfixiar porque piensas que no tienes suficiente aire para llegar a la superficie. Te desesperas y piensas: «Aquí se acabó todo, ¡me voy a ahogar!» ¡Qué pesadilla, ¿no es cierto? Si has vivido una escena similar, entonces reconoces que así mismo siente aquel que pasa por un abandono amoroso. Es como ahogarse en un mar de dolor del que no se puede salir.
¡Todos hemos sufrido por amor alguna vez, aunque sea un poquito! Se acaba el romance por la razón que sea, o nos dejan como una papa caliente tras meses de ilusiones y nuestra alma se encoge de sufrimiento como una pasita porque pensamos que nunca volveremos a ser felices, y como dice Alejandro Sanz, nos dejan el «corazón partío».
Pero te advierto, por muy asfixiada que te sientas luego de romper con una persona a la que sigues queriendo, tarde o temprano saldrás a la superficie y podrás respirar nuevamente.
Acuérdate que en esta vida todo pasa, lo bueno y lo malo. El tiempo, la distancia y un día detrás del otro son tres medicinas milagrosas. ¡Ojo!, si no te das tiempo a sanar tu herida y te apuras a establecer una mala relación, pensando que «un clavo saca a otro», lo único que podrías lograr es un dedo machucado.
¡Ay, ojala pudiéramos darle órdenes al corazón y decirle de quién se puede enamorar y de quién se tiene que olvidar!, pero lamentablemente, como dice el dicho, «Donde manda el corazón, no manda la razón».
Para sanar tu herida es necesario dejar el pasado atrás. Deshazte de los recuerdos. Sé que no es fácil tirar a la basura, los meses o años que estuvieron juntos pero conservar los recuerdos, no te ayudará a olvidar. Por eso ¡bota las fotos, empeña el anillo, tira las postales, y regala los peluches que te dio! Deshacerte de las memorias te dejará saber que tu si tienes la fuerza para seguir hacia delante. Una vez tires todo, abriras el espacio para que llegue el verdadero amor.
Y algo muy importante es que de ahora en adelante no juzguez al próximo por las acciones erróneas que tu ex cometió, es decir: ¡que no paguen justos por pecadores! ¡DaDate la oportunidad de creer nuevamente en el amor y verás como sales a flote y respiras calma en tu corazón.