La ruleta del amor (segunda parte)
Por María Marín
Hace unas semanas escribí una columna titulada La ruleta del amor. Recibí muchos correos de personas que se identificaron con el tema, la mayoría de ellas está sedienta de amar, pero el miedo a abrir su corazón no les permite hacerlo. Hoy dedico esta columna a todos esos que quisieran enamorarse, pero no se atreven.
Básicamente hay cuatro aspectos del amor que provocan el miedo. El primero y el más común es el temor de volver a sufrir. Si anteriormente alguien te trató mal o no te valoró seguramente hoy desconfías de todo el mundo y tienes miedo de que te vuelvan a herir, así que para protegerte, evitas enamorarte. Reconoce que negarte a amar te asegura protección emocional pero muchos años de soledad.
El segundo miedo a amar es la intensidad del mismo sentimiento; ¡puede ser abrumante! El amor consume mucho tiempo y energía, y quien no sabe poner sus prioridades en orden puede perturbarle su vida personal y profesional. Alguien que tiene una vida muy ocupada piensa: «si me enamoro, ¡no podré con todas mis responsabilidades!». Su temor es que una relación le desenfoque y no pueda desempeñar su trabajo o cumplir con sus compromisos personales.
El tercero aspecto es el miedo al rechazo. Este es el caso, por ejemplo, de dos compañeros de trabajo que luego de pasar mucho tiempo juntos, uno de ellos se enamora, pero no se atreve a declarar su amor. Es ahí cuando enfrentas dos opciones; confesar lo que sientes y arriesgarte al rechazo o esconder tus sentimientos y continuar como amigos. Lamentablemente la segunda opción te podría robar la oportunidad de encontrar al amor de tu vida.
El cuarto y último aspecto del amor que no le permite a algunos lanzarse, es el miedo a herir a otro de la misma manera que los hirieron a ellos. Este escenario usualmente sucede cuando la persona que te pretende está más interesada en ti, que tú en él. Pero si no le das la oportunidad, nunca sabrás si esa persona verdaderamente podía conquistar tu amor.
¿Te identificaste con alguno de estos temores? El miedo usado apropiadamente es una valiosa herramienta, pero en exceso te detiene a entrar en situaciones nuevas, incluyendo relaciones amorosas, y muy poco del mismo, te lanza rápidamente al amor sin pensarlo y te pueden partir el corazón. Es bueno experimentar miedo, pero en moderación, !nunca dejes que te limite!. Te advierto: «Es mejor conocer el amor y perderlo, que nunca haber amado».
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