Al escuchar la palabra abrazo, seguramente lo primero que viene a tu mente es demostrarle cariño a tus seres queridos. Pero, ¿te imaginas abrazar a un árbol? Y es que, más allá de ofrecerle un gesto de cariño en agradecimiento, por sus funciones medio ambientales, un tronco tiene algo más para regalarte: una buena dosis de energía.
Estudios científicos han revelado que estar rodeados de árboles tiene un efecto muy positivo en la salud mental y física. Por ejemplo, se ha confirmado que los enfermos que cuentan con una ventana en su habitación (y pueden observar árboles), se recuperan más rápido y necesitan menos cantidades de medicamentos que quienes no disfrutan de una vista en el hospital. Otros estudios, realizados con pacientes psiquiátricos, revelaron que quienes contemplaron la naturaleza durante su hospitalización tuvieron un proceso de recuperación más acelerado.
Por otra parte, en el Chi-Kung o Yoga Chino, se utiliza la postura del árbol, conocida como Zhan Zhuang; mediante esta postura el practicante se para como si estuviera abrazando a un árbol para lograr el equilibrio necesario entre la relajación y la actividad muscular, lo cual aumenta el nivel de energía interna y disminuye el estrés. Una gran ventaja de practicar la “terapia del árbol” es que toma poco tiempo en comparación con otros ejercicios de relajación y meditación.
¿Lista para atraer energía y aumentar tu autoestima?
- Abraza un árbol cada vez que puedas; cierra tus ojos, toca detalladamente su tronco y percibe el aroma de su madera.
- Siente la energía mientras lo abrazas. Recuerda que mediante sus raíces te conectas con la Tierra y a través de sus ramas te conectas con el cielo.
- Descubre lo beneficioso que es para tu alma contemplar la naturaleza. Diariamente separa unos minutos para observar el atardecer, escuchar el canto de los pájaros u observar cómo el viento mueve las ramas de los árboles.
- Cuando tengas que pensar en algo o tomar una decisión importante, hazlo rodeada de la naturaleza.
- Caminar descalza sobre la grama también es una fuente de energía. Pruébalo además como una terapia de relajación en el jardín de tu casa o la próxima vez que vayas al parque. La próxima vez que te encuentres con un árbol, recuerda que tiene algo especial para ti. ¡Abrázalo!