Enemigo #3 del amor: Ni él es el príncipe azul ni tú eres la princesa encantada. Por el contrario, habrá algún momento en que él parezca un sapo y tú luzcas como una bruja.
Los cuentos de hadas y la industria cinematográfica de Hollywood nos han conducido a creer que la relación amorosa debe ser mágica, romántica y especial permanentemente. Nada que ver con la vida prosaica de los comunes mortales.
Y algunos mitos le han hecho mucho daño al amor de pareja porque han elevado las expectativas de manera tal que nadie puede alcanzar semejantes niveles de éxtasis constante.
Cuando nuestras expectativas nos vuelven tan exigentes que no permitimos que el otro sea él mismo, que lo obligamos a que siempre esté “posando” o brindando la imagen de la “pareja perfecta”, estamos haciendo que un enemigo del amor se adueñe de nuestra relación.
De nada sirve imaginar que porque hay amor todo va a marchar sobre ruedas siempre…. Hasta las relaciones buenas, sin mayores problemas, requieren de esfuerzo y sacrificio. Tu pareja no va a amarte mágicamente hasta que la muerte los separe.
Cuando las parejas vienen conmigo para terapia prematrimonial, les doy muchos consejos y les hago una advertencia que no puedo omitir, por poco optimista que parezca: “Prepárate, porque en algún momento en el camino, tu pareja te va a fallar”.
Si deseamos que una relación dure y dure bien, tenemos que trabajar en ella: en conservar la llama de la pasión viva, hacer cosas nuevas juntos, hacer cosas el uno por el otro, tener gestos románticos, hablarle a la persona amada en su lenguaje y mantener las líneas de comunicación abiertas.