Recientemente me llamó una señora a mi programa de radio para pedirme un consejo acerca de su vida matrimonial que, según ella, estaba ¡más apagada que una vela después de un cumpleaños.
Ella me contó que llevaba 14 años con su esposo y la relación se había vuelto más bien como la de compañeros de cuarto y no de casados. Me confesó que ya no sentía el furor y atracción sexual que dominaba cuando se conocieron. Sus amigas le dijeron que era normal que eso pasara y le aseguraron que es inevitable que la pasión desvanezca después de muchos años de matrimonio. Por lo tanto, desanimada me preguntó: ¿es posible revivir la llama del amor nuevamente?
Muchas personas, al igual que las amistades de esta señora, están convencidos de que es natural que el romance se pierda con el paso de los años. Sin embargo, no estoy de acuerdo con esto, pues sería como decir: «es inevitable enfermarse cuando se llega a viejo». Es cierto que estarás más propenso a sufrir un ataque al corazón o padecer de diabetes en la vejez, pero también está comprobado que si te cuidas, haces ejercicio y comes saludablemente lo puedes prevenir.
Lo mismo sucede en el amor; si le pones cuidado a tu relación todos los días puedes evitar que la llama se apague. La pasión no desaparece de un día para otro, realmente sucede después de muchos años de descuido y de ignorar la importancia de invertir calidad de tiempo con tu pareja.
Todo lo que se necesita para encender el fuego nuevamente en una relación es que las dos personas estén interesados en hacerlo y dispuestos a tomar los pasos necesarios para lograrlo.
Si quieres recuperar ese sentimiento perdido como lo deseaba mi oyente, lo primero es sentarte con tu pareja, tomarle sus manos y mientras lo miras fijamente manifiéstale sin reproches cuanto extrañas aquellos momentos íntimos de acercamiento físico y emocional que tanto disfrutaban en el pasado. ¡Te aseguro que él también los añora! Luego de esta conversación sincera ambos deben hacer el compromiso de cuidar la relación diariamente. Esa misma semana planeen una cita para salir solos, ya sea a un restaurante, ver una película o ir a caminar por la playa. Tu matrimonio debe convertirse en la prioridad de los dos. Y aquí no valen las excusas de los hijos, del trabajo o la suegra.
Entonces, formalicen una cita semanal y cuando salgan siempre arréglense como si fuera la primera vez. Ponte tus tacones, maquíllate, perfúmate y lánzate a la reconquista. Con seguridad esto hará que la relación rejuvenezca. Al igual que a la señora que me llamó, te aliento a que revivas la llama del amor nuevamente, ¡si se puede!, recuerda que «DONDE HUBO FUEGO… CENIZAS QUEDAN».