Por María Elvira Pombo Marchand / Terapia con Ángeles
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En la entrega pasada (Hablar con Tranquilidad Parte 1), los invité a que trabajaramos con el Arcángel Gabriel quien nos ayuda con la comunicación. Espero que hayan ensayado el ejercicio, recuerden que lo importante es empezar. Se empieza decidiendo hablar, y pidiendo el apoyo de sus ángeles y seres de luz para hacerlo. No importa si nos “equivocamos” y hablamos desde nuestros miedos, se puede corregir.
Hablar es beneficioso, siempre y cuando hablemos con la intención en el amor y búsqueda del equilibrio, y que al hacerlo no busquemos cambiar a la otra persona, sino cambiar nosotros mismos. Al hablar, recibiremos información nueva, ya sea de pensamientos o ideas de la otra persona, que desconocíamos o en forma de emociones nuestras. Después de haber hablado, se sentirán distinto y es importante darse un tiempo para explorar estas emociones. Algunas relaciones fluirán inmediatamente, y otras tendrán un cambio.
Recuerden TODAS las relaciones cambian, y eso no es malo, es parte de la vida. Lo importante es adaptarnos a ellas entendiendo que si se llegan a acabar, no es un fracaso, es el fin de una misión. Una amistad o trabajo que termina no es un fracaso, es un cierre de ciclo, las personas involucradas, aprendieron algo, compartieron, y es momento de agradecer y seguir adelante.
Siempre hay que agradecer, pues esa persona entró en nuestra vida por algo. El agradecimiento libera. Hay una extraña creencia en nuestra cultura y es que el éxito de una relación se mide por el tiempo que dura. Siendo así, un matrimonio de 40 años es maravilloso, sin embargo, las personas pueden haber sido absolutamente infelices. Por eso los ángeles los invitan a cambiar la “medida” de éxito de una relación a “la felicidad que produce en tu vida”. Así, una relación de amistad, o trabajo de un mes, que te hizo muy feliz, es más exitosa que la de 10 años que te produjo menos bienestar.
El fin de una relación puede doler, pero es más doloroso continuar una relación que ya cumplió su misión en nuestras vidas. El siguiente paso después de hablar, es definir cómo ajustar esa relación a nuestra vida. Esto lo miraremos en la próxima entrega de chispitas de luz. Por el momento, la tarea que los invito a realizar es hablar y definir cómo se sienten, HONESTAMENTE, con respecto a esa persona o situación, después de hacerlo. Tomen nota y no decidan nada. Es importante que sepan, que no decidir ni hacer nada al respecto, les permitirá tener una nueva claridad.
Regálense el tiempo para sentir, esta semana y háganse las siguientes preguntas con respecto a la relación:
- ¿A que le tengo miedo?
- ¿Si no tuviera miedo qué haría?
Contéstenlas sin angustia, como si estuvieran explorando, ¡sientan y listo!
Disfruten la libertad de sentir sin decidir,
Un abrazo de Luz,
María Elvira
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