Continuamente me horrorizo de la cantidad de consultas que recibo de mujeres que están en relaciones amorosas con hombres que tienen un largo historial de infidelidades. El mes pasado, luego de una presentación, una dama me dijo que su esposo le había sido infiel un total de 12 veces en los 15 años de matrimonio que llevan juntos.
Le pregunte que por qué acepta que le sea infiel y me dijo: «porque siempre me promete que nunca más lo va a hacer». A lo que respondí alterada «¿y tú le crees?
Algunos expertos dicen que los caballeros excesivamente infieles en realidad son hombres inseguros y dolidos, que en su niñez no les dieron suficiente amor para desarrollar una autoestima saludable, por esta razón no tienen la habilidad de amar o ser amados.
Mi opinión es que independientemente de la razón por la cual estos hombres actúan así, no dejan de ser egoístas, mentirosos y traicioneros pero la culpa no la tienen ellos, ni su falta de amor en la niñez, sino las mujeres que se prestan para caer en sus garras.
Esta clase de «machos», adictos a seducir, miden su éxito de acuerdo al número de damas que puedan engatusar. Hay dos tipos de mujeres propensas a caer en una relación con estos infieles. Número uno, aquellas con baja autoestima que se sienten emocionalmente solas, y número dos, las que dicen: «Yo soy diferente…conmigo va a cambiar». Este es un reto muy peligroso porque estos hombres serán los mismos siempre y nunca cambiarán.
Los traicioneros tienen ciertas características en su comportamiento que los delatan y te dejan ver claramente que no te convienen. A continuación voy a describir algunos de los rasgos más peculiares de un infiel compulsivo.
Es carismático y seductor. Su atractivo principal no radica en su físico, ni en su estatus económico, sino en su poder verbal y hechizante para seducir.
Sexo y más sexo. Sus conversaciones son basadas únicamente en sexo, pasión y romanticismo.
Se enamora a las millas. Para la segunda cita te confiesa que ya está «loco» por ti. Sus palabras favoritas son: «Jamás había conocido una mujer tan especial como tú».
No confía. Es desconfiado y presta atención a cualquier hombre que se te acerque, pues «el ladrón juzga por su condición».
Dice todo lo que le encanta oír a una mujer. Si este hombre es muy maravilloso para ser real, es porque seguramente no lo es. Espero que estas descripciones les abran los ojos a todas las que están en peligro de caer en la tentación con uno de estos traidores.
Si desafortunadamente ya estás involucrada con uno de ellos, te repito lo que le dije a mi seguidora en el seminario «tú eres una mujer que tienes mucho que ofrecer, ¡valórate y no te conformes con un hombre compartido!».