Si te preguntas cuándo llegará a tu vida un golpe de suerte que te ayude a encontrar lo que más deseas: ya sea una relación amorosa, un mejor empleo, o la sanidad de un ser querido, te exhorto a que lo pidas con todo tu corazón y una vez eleves tu oración, deja que esta se dispersa por el Universo. ¡Déjalo ir y confía! Y cuando te sientas desesperado y sin esperanzas, respira hondo, cierra los ojos y di: “Lo que está para mi va a llegar, nada ni nadie me lo quitará”.