Cuando pidas con fe ciega, sólo tienes que hacerlo una vez. Si todos lo días estás ruega, ruega y ruega, significa que tienes dudas de que se cumplan tus deseos. Después de hacer tu petición, la próxima vez que te dirijas a ese ser divino, lo que harás es dar gracias porque tu pedido ya está en camino. Diariamente di en voz alta: “¡Gracias porque estoy en proceso de recibir lo que pedí!”. Una vez expongas tu pedido, tarde o temprano se te concederá.