Por si olvidaste tu resolución de ejercitarte…
Por María Marín
El año pasado trabajé muy fuerte y tuve muchos logros en mi carrera. Sin embargo, tengo que admitir que fallé en mi vida personal. Por estar atendiendo mis compromisos de trabajo, puse mi salud en segundo plano y dejé de hacer ejercicios como lo hacía diariamente. Si al igual que yo, has descuidado tu bienestar físico, espero que estas palabras nos motiven a ambos a cuidar más de nuestra salud este año.
Existen muchas razones que deberían motivarnos a ejercitarnos. Hacer ejercicio aleja enfermedades, fortalece nuestra capacidad cardiaca y evita la hipertensión. También, las hormonas que liberas al sudar te relajan y mejoran tu estado anímico. Aquellos que regularmente practican un deporte se ven radiantes y tienen un brillo especial en la piel. Además, cuando te mantienes activo físicamente, se eleva tu autoestima, por lo tanto, ¡vives más feliz!
¿Cómo es posible que aún conociendo todos lo beneficios de estar activo y los riesgos de no hacerlo, lo sigamos posponiendo? Mi justificación es: ¡no tengo tiempo!. Te pregunto: ¿Cuál es tú pretexto? Las excusas sobran: «no me gusta correr», «no tengo dinero para inscribirme a un gimnasio», «¿Quién me cuida los niños?», «estoy muy ocupado, la próxima semana comienzo».
Estos son buenos argumentos, pero ninguno es válido. La realidad es que nos falta motivación. La clave está en encontrar un incentivo que te anime a incluir ejercicios en tu agenda. Por ejemplo, a los atletas les motiva el deseo de ganar una competencia. Tal vez a ti te incentivaría el querer lucir fabulosa en un bikini, querer finalizar un maratón, o ser la envidia en la reunión de tu clase graduanda. Mi incentivo es que deseo tener mejor control de mi diabetes. Así como yo, debes hallar una meta que sea significativa para ti.
Al principio, no te abrumes queriendo correr dos horas diarias, fija metas pequeñas. Una vez inicies la rutina te sentirás orgulloso, revitalizado y en control de tu vida. Verás que cuando te cuidas y le das prioridad tu salud, sucede algo mágico, ¡repentinamente te ves más atractivo!
Lector, me comprometo contigo a quererme más este año. Mañana me voy a levantar temprano para dar una carrerita de 20 minutos. Si lo hago antes de comenzar mi día, cuando lleguen situaciones imprevistas, no podré decir «no tengo tiempo». Te agradezco que hayas leído estas líneas porque escribírtelas me motivó a ponerme en movimiento. Este año voy a emplear en mi salud, la misma dedicación que siempre pongo en mi trabajo.