¿Por qué una mujer permanece en una relación en la que se siente desdichada? Esta fue una de las preguntas en una entrevista que me hicieron recientemente.
Por mucho tiempo pensé que el principal motivo era la falta de dependencia económica, es decir, una mujer que tiene un buen trabajo y un buen sueldo al momento que no se siente valorada, es víctima de abuso o su pareja le es infiel dice: «yo no me tengo que aguantar esto», «no te necesito para sobrevivir» o «yo merezco algo mejor».
No obstante, mi experiencia en el campo de la superación personal femenina me ha dejado ver que la solvencia financiera no necesariamente le da a una mujer la determinación para romper un vínculo amoroso deteriorado.
Un ejemplo es el caso de Rihanna, la cantante bella, rica y famosa que fue hace años fue golpeada por su entonces novio y se rumoraba que había vuelto con él.
También están las esposas de los políticos quienes se paran al lado de sus maridos mientras estos confiesan sus infidelidades públicamente. ¿Porqué muchas permiten esto? Me he dado cuenta de que las dos principales razones por las que las mujeres se quedan son: el miedo y la memoria.
El miedo es nuestro peor enemigo porque nos paraliza. En el caso de las relaciones amorosas el temor a quedarnos solas no nos deja actuar. Es ahí cuando pensamos «¿y si no encuentro a alguien mejor?». También nos detiene el miedo a sufrir y tener que soportar el dolor de una separación. Asimismo, están las inmovilizadas por el terror al qué dirán.
Muy de la mano del miedo está la memoria. Las mujeres en las relaciones amorosas olvidamos con facilidad los malos momentos y atesoramos en nuestro corazón los buenos. Le damos mayor peso a los escasos buenos recuerdos que a la abundancia de malos momentos. Las memorias placenteras nos ciegan con la falsa esperanza de que las cosas vuelvan a ser como eran antes.
Sea por la memoria de buenos momentos o por miedo, no hay justificación para permanecer en una situación que no te hace feliz.
Una relación que amerita quedarte es aquella en la que los buenos momentos son más que los malos, es la que te da más de lo que te quita. Nunca te conformes con menos de lo que te mereces, ¡vence tus miedos y busca tu felicidad!