Llego diciembre y con él el estrés navideño. Hay que comprar el arbolito, decorarlo, poner luces por toda la casa y después de esto comienza lo “bueno”: ¡La temida lista de regalos! Toda la gente anda como loca tratando de conseguir la mejor oferta porque la realidad es que la mayoría no tiene el presupuesto para gastar en esta Navidad. Hay quienes a la fecha de hoy no han pagado la deuda navideña del año anterior y aún así serán los primeros en ir de compras este año.
Sabías que el 55% de los adultos en Estados Unidos no tienen ningún dinero ahorrado para gastar en navidades, no obstante planean comprar regalos a todo el mundo. Pero, ¿por qué la gente gasta el dinero que no tiene? Hay varios motivos: por cumplir, por el qué dirán, por la presión social, por culpabilidad, por el acoso publicitario o por no sentirte como un pobretón. Sin embargo, ninguna de estas razones justifica endeudarse y vivir pagando intereses por el resto de la vida.
Si eres de los que te preocupa, “¿que pensará mi suegra si no le compro un regalo?”. lo cierto es que, con regalo o sin regalo, la suegra seguirá pensando lo mismo de ti.
Este año te exhorto a que no te endeudes y cuides tu presupuesto. Regala sólo un detallito que muestre tu agradecimiento pero que no afecte tu bolsillo. Por ejemplo: Dile a tu hermana que de regalo de navidad le vas a cocinar tu especialidad y ese día ella se lo toma libre de la cocina, y si no sabes cocinar pero eres buena haciendo las uñas, entonces obséquiale tu propia manicura. A tu mamá regálale una foto de todos los hijos cuando eran pequeños y ponla en un marco bonito. Te aseguro que este detallito le tocará más su corazón que cualquier otro regalo costoso. En esta navidad regala únicamente a quien lo merece y te inspira de corazón. Quienes te critiquen por no recibir un presente son los que le ponen precio a tu amor y festejan una “Navidad comercial”, mientras que los que realmente te quieren se alegrarán de celebrar contigo una “Navidad familiar”.