Continuamente enfrentamos situaciones en las que nos sentimos comprometidos a decir SI, cuando realmente queremos decir NO… ¿Por qué nos sentimos comprometidos a complacer a otros?, porque pensamos que si nos negamos, nos catalogarán de egoístas y nos preocupa lo que piensen los demás…Complacer a otros debería ser un placer y no una obligación. Cuando digas sí, hazlo porque te hace sentir bien a tí, y no a los demás…