Todas las mujeres tenemos algo en común: ¡Queremos que nuestra pareja cambie! Deseamos que sea más detallista, que nos traiga flores, que sea más ordenado, que no tome tanta cerveza, que no tenga “mamitis”, que sea más conversador, que no deje la ropa tirada en el baño, y si es posible, ¡que no ronque!
¿Realmente crees que tu pareja pueda cambiar? Reflexiona en el tiempo que llevas hostigando y reclamando sin obtener ningún resultado. Las mujeres somos muy ilusas creyendo que con el tiempo nuestra pareja cambiará. Quiero que seas sincera y sin juicios ni prejuicios pienses ¿esas cosas que quiero cambiar en él son realmente significativas? Si realmente no lo son y no afectan tu integridad, deja de resaltárselas y presta atención a las cosas que verdaderamente lo hacen un buen hombre.
Existe una ley universal que dice “Aquello en lo que te enfoques se agrandará” así que si te empeñas en ver el lado bueno, el lado malo se opacará. y si te empeñas en regañarlo como si fueras su mamá, se acabará la pasión, porque a ningún hombre le gusta hacerle el amor a una mujer que le acuerda a su madre.
El hostigamiento genera rebeldía y lo más grave es que provoca un resentimiento que más adelante será un problema difícil de resolver. Además que si sigues intentando cambiarlo, él sentirá que no lo amas tal y como es y se sentirá rechazado porque indirectamente estás diciendo “no te amo como eres”.
Cuando los hombres no se sienten aceptados, se distancian, son infieles o dan por terminada la relación. Haz este ejercicio: pon en una balanza lo bueno y lo malo que tiene tu pareja, y si lo bueno pesa más, ¡acéptalo como es!
Te recuerdo, la gente no cambia, pero sí pueden modificar su comportamiento cuando están listos para hacerlo, no cuando tú lo exiges. Déjalo tranquilo y de repente verás que cambia la dinámica en la relación y comenzará a complacerte de corazón, mas no porque se lo impongas, sino porque le nace hacerte feliz.
Aclaración, no estoy diciendo que todo se acepta. Si tu pareja es un maltratante, adicto, mantenido o infiel, querida amiga obviamente no lo debes aceptar, más bien lo debes dejar.