Reflexiona en la situación más difícil que has atravesado en tu vida. A lo mejor fue un fracaso amoroso, una traición, un problema financiero o una enfermedad, y dijiste: ¿¡Por qué a mí!? Aquí esta la respuesta: cada tropiezo te enseña una lección que te convierte en un mejor ser humano. Por ejemplo:
Cuando enfrentas una barrera, aprendes a ser perseverante.
Cuando pasas por un sufrimiento, aprendes a tener compasión por otros.
Cuando confrontas una situación deshonesta, aprendes integridad.
Cuando tratas con alguien lento, aprendes a tener paciencia.
Cuando tienes que lidiar con un testarudo, aprendes a ser flexible.
Cuando experimentas miedo, aprendes a ser valiente.
Y Cuando afrontas una situación que parece no tener solución, aprendes a tener fe.