Así como una mesa necesita de cuatro patas para lograr estabilidad, así el matrimonio requiere de estos 4 pilares que le permitirán durar y cimentar, sobre base sólida, la felicidad conyugal.
El primer Pilar es la INTIMIDAD PLENA basada en la INTIMIDAD SEXUAL y la INTIMIDAD EMOCIONAL. El sexo es mucho más que la fusión de los cuerpos,es la fusión de las almas.
La intimidad nos hace vulnerables. Se sustenta en la transparencia, en la autenticidad. Nadie conoce mejor nuestro lado oscuro, nuestros defectos, nuestros aspectos negativos que nuestro cónyuge.
En el matrimonio no debe haber secretos. El concepto de privacidad, tal como la sociedad moderna entiende, se desvanece. El «yo» queda en segundo plano para dar paso al «nosotros». Dos personas se vuelven UNA SOLA CARNE.
El Segundo Pilar es la COMUNICACIÓN, ya que con ella tenemos la posibilidad de conocer todo lo que pasa con nuestra pareja. La comunicación efectiva en el matrimonio es la comunicación afectiva, la comunicación de los afectos. Con la comunicación afectiva se fortalece nuestra relación.
Un matrimonio sostenido en la COMUNICACIÓN tiene las puertas abiertas para que el diálogo se dé recíprocamente, donde todo se puede comentar y compartir, en los momentos de alegría y de tristeza. Donde la Ley del Hielo no se conoce y se escucha al otro con respeto, aceptando que es diferente a nosotros y que su visión distinta del mundo nos enriquece. La comunicación afectiva es un toma y daca edificante para ambos miembros de la pareja…pero para ello tienen que aprender a escuchar y a hablar con palabras de edificación.
El Tercer Pilar lo es la FIDELIDAD, el estar siempre dispuestos a respetar ese compromiso que se adquirió en el altar, en que sólo se debe uno dedicar en cuerpo y alma a la persona que decidió unir su vida a la nuestra y viceversa.
Se debe estar muy atentos en no caer en tentaciones que ocasionarían un descalabro y ruptura en la vida matrimonial. Todos estamos expuestos a esto, sean hombres o mujeres.
Muchas veces se es infiel con el pensamiento y con ello también se falta a la pareja. Es difícil ser fiel, pero se puede lograr cuando existe de por medio un solo pensamiento, un solo cuerpo, una sola alma; la FIDELIDAD se logra cuando se da todo y no se piensa más que en quien se tiene al lado.
El pilar número cuatro es el AMOR AGAPE. EL AMOR DE DIOS EN NOSOTROS. Sin el conocimiento de Dios no podemos aprender cómo amar a nuestro cónyuge como Dios desea que lo amemos. «El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.» (1 de Juan 4:8)
Un matrimonio sin amor no existe, ya que con el AMOR se da todo sin recibir nada a cambio; el AMOR todo lo puede y todo lo perdona; para el AMOR no hay barreras que no puedan superarse. Lo dice la Sagrada Escritura en 1 Corintios, capítulo 13, versículos 4 y 5: «El AMOR es sufrido, es benigno; el AMOR no tiene envidia, el AMOR no hace sinrazón, no se ensancha; no es injurioso, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa mal».
El pilar del AMOR AGAPE está sustentado en la PRESENCIA DE DIOS en nuestras vidas, en VIVIR EN SU PRESENCIA….porque donde está Dios no falta nada. En el caminar de la vida la PRESENCIA DE DIOS es la vida misma, ya que sin Él somos como un barco a la deriva, sin vela y sin timón.
El Matrimonio bajo el auspicio de Dios tiene una piedra sólida que difícilmente se desquebrajará. Es un MATRIMONIO SOBRE LA ROCA.
La Dra. Cecilia Alegría, también conocida como “La Doctora Amor”, dedica su práctica profesional a ayudar a las personas a encontrar el amor y también a mejorar sus relaciones. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación con estudios de postgrado en Psicología de la Comunicación y un Master en Periodismo, ha publicado 11 libros sobre el amor y es conductora de TV en la cadena ENLACE, además de tener participaciones en los canales hispanos de EEUU.