La liposucción o lipoescultura es un procedimiento quirúrgico en el cual se extrae la grasa que ni dieta y ejercicios logran quitar, de cualquier área que gustes como el abdomen, espalda, muslos, brazos etcétera, dejándonos como resultado, una fina figura y más armoniosa.
Los candidatos ideales para este procedimiento son aquellas personas que poseen áreas de depósitos de grasa, que se encuentran fuera de proporción con el resto de su cuerpo y no desaparecen con dieta y ejercicio y tiene exceso de grasa con buena elasticidad de su piel, (la liposucción elimina la grasa, no la piel excedente), y que quiere definir áreas específicas en su cuerpo. No es una cirugía para disminuir de peso, es para moldear, entonces si tu índice de masa corporal es mayor de 34, debes optar por una cirugía bariátrica.
Los resultados del procedimiento nunca son inmediatos, pues la inflamación esperada de los tejidos es de 6 meses aproximadamente y dependerá del área tratada y las condiciones individuales de cada paciente. Se debe tener paciencia, pues incluso los primeros días luego de la cirugía, estarás con mayor peso y quizás no te sirva tu ropa, por razones de inflamación y por el líquido que se te inyecta para extraerte la grasa. Es vital utilizar la faja por el periodo que tu médico considere necesario, pues esta disminuirá la inflamación y ayudará a que tu piel a reacomodarse y retraerse.
Siempre debes decirle a tu médico tus expectativas, para saber qué esperar, debemos ser muy realistas, pues la cirugía plástica, a pesar de ser maravillosa, no es mágica, si nuestras expectativas son alcanzables luego del periodo de recuperación y desinflamación, estaremos muy felices con los resultados.
Y finalmente importante tomar en cuenta que debes cambiar los hábitos que te llevaron a alterar negativamente tu cuerpo, y mantener tu nueva y hermosa figura realizando ejercicios y teniendo una dieta saludable, pero sobre todo, con un cambio en tu interior consciente de la hermosa creación que Dios da a cada uno de nosotros.