Recientemente una gran amiga llegó al “quinto piso” y para festejarlo organizó un fin de semana en una paradisiaca playa de México. Las seis invitadas debían ir solas y apagar el celular durante la estadía. Deseaba que su cumpleaños fuera como aquel viaje de solteras, 25 años atrás.
En la misma playa, las mismas siete amigas volvíamos a tomar Margaritas mientras hablábamos de la vida. Para mi sorpresa, la queja mayor de llevar dos décadas más encima no era la multiplicación de libras, celulitis o deudas, sino cómo la vida sexual se había tornado menos placentera con el pasar del tiempo e independientemente de cuán felices eran con sus parejas actuales.
La falta de Líbido o deseo sexual en muchas mujeres es tan real y a la vez es un tabú. Eso de que ellas se inventan cuanto dolor de cabeza o cansancio puedan, con tal de evadir contacto sexual es tan cierto como que la mitad de las mujeres emparejadas sufren de esta condición.
Las razones para no sentir lo de antes son infinitas, pudiendo ser desde un efecto del estrés, hasta resequedad vaginal o monotonía en la relación; pero la buena noticia es que cualquier mujer puede recuperar el deseo.
Acaricia tus partes íntimas con un “Líbido Booster ”: Tal como lo dice su nombre, un gel refuerzo de líbido es todo lo que hace falta para aumentar instantáneamente el flujo sanguíneo a los órganos sexuales. A pocos minutos de aplicar el “booster” alrededor de los labios vaginales y el clítoris, la vulva entra en una sensación de cosquilleo, provocando orgasmos.
Busca uno con ingredientes naturales y con sabor, ideal para el sexo oral por su aroma y sabor suave. No hay quien se resista al poder de un “booster”.
Haz ejercicios: Más allá de caminar o realizar cualquier otra actividad física que reduzca tu estrés, haz ejercicios Kegel. Mueve tus músculos pélvicos como haces para orinar y retener el líquido. Los ejercicios Kegel fortalecen la vagina a tal punto que aumentan orgasmos.
Regresé de México y les envié un libido booster como regalo a las invitadas y al final de la nota escribí: “Ojalá que multipliques tu placer íntimo…¡Depende de ti!”.
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