Acabo de mudarme a mi nuevo hogar en Miami y una de mis amigas de California me envió un texto preguntándome por la dirección de la casa.
Imaginé que cualquier día ella tomaría un avión para visitarme de sorpresa pero la gran sorpresa llegó por correo postal pocos días después: Cuando abrí mi nuevo buzón y encontré una invitación para su segunda boda. ¡No lo podía creer! Recién se divorció el año pasado.
Rápidamente la llamé para felicitarla, ponernos al día y preguntarle cuán segura estaba de su acelerada decisión, pues más allá de la ilusión que envuelve un nuevo amor, tristemente, un segundo matrimonio tiene 67% de probabilidades de que fracase, mientras un tercero tiene un 73%. Y con unas estadísticas tan alarmantes como esas hay que pensarlo bien.
Puedes casarte otra vez cuando:
- Has tomado suficiente tiempo para analizar a tu pareja, evaluar la relación y estás muy segura de que no te vas casar otra vez por razones de soledad, despecho o necesidad económica. Además has comprobado que te has recuperado emocionalmente de tu relación anterior. Si aún tienes sentimientos hacia tu ex pareja, ya sea odio u amor, es mejor que resuelvas dichas emociones intensas antes de volverte a casar, pues sin darte cuenta, estarías perjudicando la nueva relación.
- Han analizado las situaciones económicas de ambos, como deudas anteriores, pensiones alimenticias para los hijos y ex pareja. Precisamente, las discusiones sobre dinero causan grandes desacuerdos y sentimientos de injusticia en un segundo matrimonio, llegando a causar el divorcio.
- Eres aceptada por los hijos de tu pareja y te sientes cómoda con su familia. Y si tú tienes hijos, estos se relacionan bien con tu futuro cónyuge. Los hijos que no aceptan a la nueva pareja de su padre o madre provocan una enorme tensión en la relación, culminando muchas veces en separación y divorcio.
Y más importante aún, escucha a tu corazón. Cuando sientes completa paz, tranquilidad y seguridad al lado de alguien es la señal más clara que puedes sentir para casarte otra vez. Ojalá mi amiga y tú sean parte de ese 33 % que se aman por el resto de sus vidas.