La neurociencia ha comprobado que, aunque las diferencias en las configuraciones cerebrales sean pequeñas, estudiar cuán distintos son nuestros cerebros y nuestros tipos de inteligencias puede servirnos para entender por qué hombres y mujeres no nos comprendemos con facilidad.
El cerebro del hombre se parece a una super computadora o hardware donde los centros de información están ligeramente separados entre sí.
Esto determina que usualmente, el hombre pueda hacer bien una sola cosa a la vez y hablar de un solo tema a la vez.
Mientras tanto el cerebro de la mujer se parece a la carretera de la información o Internet con redes que se entrecruzan y centros de información estrechamente enlazados, lo que determina que usualmente la mujer pueda hacer varias cosas a la vez (multitasking) y hablar de varios temas a la vez (¡y sin enredarse!).
De los 7 tipos de inteligencias, el hombre destaca en las inteligencias lógico-matemática y espacial, por esto los hombres suelen actuar guiados más por la razón que por el corazón.
Mientras que la mujer destaca en las inteligencia emocional y lingüística, por esto, las mujeres son tan dadas a hablar de sus emociones y los hombres no.
El hombre debe entender que cuando su mujer llora, lo hace porque tiene una inteligencia emocional alta y es la forma en que canaliza sus frustraciones y tensiones.
La mujer debe entender que si quiere alguien que escuche y comprenda sus emociones a cabalidad, preferible recurrir a su madre, hermana o mejor amiga y dejar tranquilo a su esposo.
La manera en que hombres y mujeres solucionan problemas es también muy distinta.
Los hombres necesitan callar para pensar, refugiarse en su cueva, meditar en silencio. En cambio las mujeres necesitan hablar para pensar, pensar mientras hablan, a manera de lluvia de ideas en voz alta.
Por esto ante cualquier conflicto, ellas les dicen a sus maridos “tenemos que hablar’, cosa que a ellos les suena a película de terror.
Como ves, las diferencias tienen que ver con la forma en que fuimos creados por Dios y por ende, el mejor camino a seguir es reconocerlas y aceptarlas… al fin y al cabo… ¿te imaginas que aburrido sería el mundo si hombres y mujeres fueran idénticos?
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