PREGUNTA: Dra. Medina, ¿Qué puedo hacer con una horrible papada que tengo?
RESPUESTA: En la belleza facial están involucradas muchas estructuras que proporcionan en conjunto la armonía del rostro, una de ellas es la región submentoniana o papada. En los más jóvenes la molestia principal en esta zona es la acumulación excesiva de grasa, en los más adultos preocupa el exceso de piel, grasa y formación de bandas platismales (musculares) en la región cervical.
Para la corrección de esta molestia, dependiendo del caso, se puede realizar diferentes métodos como la liposucción, estiramiento o la combinación de ambos.
La liposucción, también llamada lipoaspiración o lipoescultura, es un procedimiento quirúrgico que se aconseja cuando hay un exceso de tejido adiposo con una buena elasticidad de piel. Generalmente se realiza mediante una pequeña incisión en la piel, por la cual se coloca una cánula conectada a un aspirador, consiguiendo moldear la zona del cuello. Puede ser realizada sola o asociada con otros procedimientos. El tipo de anestesia que se utiliza puede ser sedación o entubación endotraqueal.
Este procedimiento, en la mayoría de los casos ambulatorio, deja cicatrices poco perceptibles, se debe usar vendajes compresivos por un mes y las molestias, que son leves, se controlan con medicamentos indicados por tu médico. Los resultados son muy gratificantes.
Otro método para quitar la papada es el estiramiento, indicado en aquellos casos en los que hay excedente de piel y que se debe reposicionar los tejidos. Puede combinarse con liposucción. Con el estiramiento se puede tensar los músculos y la piel flácida, siendo estos los signos más molestos en edades más avanzadas.
Las incisiones se realizan por delante y detrás de las orejas y pueden extenderse hacia el cuero cabelludo, dependiendo de cada caso. La anestesia utilizada puede ser local, asistida o entubación endotraqueal. Los resultados son muy gratificantes porque al recuperar el ángulo perdido de la zona del mentón y cuello, se consigue una apariencia más fresca y juvenil en la cara, cuello y escote.
El rostro es nuestra tarjeta de presentación, nos abre muchas puertas, así que recuerda que no existen dos oportunidades para dar una buena impresión. Debemos cuidarlo con todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance, así que atrévete a sentirse mejor.