Timbró el teléfono, era mi amiga Rosa y por su tono de voz me di cuenta rápidamente que estaba malhumorada. Le pregunté que por qué estaba disgustada y me dijo, «Mi madre no sabe manejar un automóvil y ya estoy cansada de llevarla y traerla diariamente a todos lados».
Le cuestioné el por qué no le enseñaba a doña Cristina a conducir, a lo cual ella respondió, «Ella dice que está muy vieja para aprender… pero esa es la misma excusa que me dio hace 30 años cuando llegó de Honduras a este país».
Le dije a Rosa que no la criticara porque la semana pasada fue ella quien me confesó que tiene deseos de regresar a la escuela para estudiar una nueva carrera, pero siente que a sus 42 años es muy tarde para hacerlo.
Muchas mujeres, al igual que esta amiga y su mamá, piensan que están muy avanzadas de edad para emprender algo nuevo o hacer cambios en sus vidas.
Continuamente escucho comentarios como éstos: «Estoy muy vieja para aprender inglés»… «Estoy muy vieja para encontrar un nuevo amor»… «Estoy muy vieja para aprender a jugar tenis»…»Estoy muy vieja para buscar un nuevo trabajo».
Es mucho más fácil decir «estoy muy vieja», que exponerte a fracasar. En cambio, puedes decirle a todos, «Yo hubiera sido una gran cantante (o artista, o empresaria) pero se me hizo muy tarde…». Con esta excusa en vez de arriesgarte, te justificas contigo misma y no corres ningún peligro, pero en el fondo lo que te falta es seguridad en ti misma.
Para demostrarte que el «estoy muy vieja» es solo un pretexto, te exhorto a que cierres los ojos y te imagines con la edad perfecta para conseguir tus deseos. Te garantizo que en ese momento te vas a inventar otra razón de por qué no puedes hacerlo por ejemplo: «no tengo el dinero», «no tengo suficiente entrenamiento» o «no tengo el tiempo».
Por eso le dije a Rosa: «dile a doña Cristina que aprenda a manejar o se busque un nuevo chofer y tú, hoy mismo matricúlate en la escuela, porque la única excusa que tienen ambas para no comenzar es que tengan que estar presentes en sus propios funerales».
Independientemente de cual sea tu edad, ya sea que tienes 25 o 75 años, mientras estés viva nunca es tarde para empezar.
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